Un vampirito llega de la escuela a casa llorando.
Papá vampiro le pregunta:
-¿Qué te pasa?¿Por qué lloras?
El vampirito le explica:
-Papá, mis compañeros del colegio me toman el pelo, dicen que tengo los colmillos demaciados largos. Dime que no es verdad, papá.
Su papá lo consuela:
-Nos es verdad, tesoro, pero... ¡levanta la cabeza que me rayas las baldosas del suelo!
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